viernes, 28 de marzo de 2014
CUENTACUENTOS ALBA Y ELIU
El camino de chocolate.
Una vez,tres hermanitos de Barletta se encontraron, yendo por el campo, con un camino
muy liso y de color marrón.
- ¿Qué será?—dijo el primero.
- Madera no es— dijo el segundo.
- Ni carbón—dijo el tercero
Con el fin de saberlo,los tres se arrodillaron y cojieron una cuchara y lo probaron.
Era chocolate, era un camino de chocolate. Empezaron a comer un pedacito y luego otro;
llegó la noche y los tres hermanitos todavía permanecían allí comiéndose el camino de
chocolate hasta que no quedó ni siquiera un pedacito. Ya no quedaba ni chocolate ni camino.
- ¿Dónde estamos?—preguntó el primero.
- No estamos en Bari—dijo el segundo.
- Ni en Mofetta—añadió el tercero.
No sabían que hacer. Por fortuna apareció por el lugar un campesino montado en un
carrito.
- Yo os llevaré a casa—dijo el campesino.
Y los llevó hasta Barletta, hasta la puerta de su casa. Al descender del carro advirtieron
que éste era de bizcocho. Y entonces, sin esperar a que se lo dijeran, empezaron a
comérselo y no dejaron ni las ruedas ni los barrotes.
En Barletta nunca había habido tres hermanitos con tanta suerte... y quién sabe cuándo los volverá a ver.
viernes, 7 de marzo de 2014
La fábula
El león, el asno y la zorra salieron de caza.Como cobraron muchas piezas, el león mandó al asno que les hiciera el reparto.Este hizo tres partes y les invitó a escoger. El león, indignado, dio un salto y lo destrozó, luego mandó a la zorra hacer el reparto. Esta reunió todo en una parte, y dejándose un poco para ella, invitó al león a escoger.El león le preguntó quién le había enseñado a repartir así. La zorra contestó: " La desgracia del asno".La fábula muestra que los hombres se vuelven comedidos ante el infortunio de los vecinos. Esopo
El león es el que manda. Da las ordenes, mata a los que no siguen sus ordenes...
El asno realiza un reparto equitativo y no reconoce la autoridad del león y por eso le cuesta la vida.
Aprende de los errores del asno y ofrece la mayor parte al león para hacerle la pelota.
Que los hombres se vuelven comedidos ante el infortunio de los vecinos.
La fábula no aconseja si no que constata que eso es una forma para no morir.
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